e-Learning Ecologies MOOC’s Updates
Cognición situada
En el marco de la inteligencia colaborativa, un concepto fundamental que merece mayor atención es la cognición situada. Esta perspectiva sostiene que el conocimiento y el pensamiento no se generan únicamente en la mente individual, sino que emergen de la interacción dinámica entre las personas y su entorno social y físico. En otras palabras, pensar y aprender están profundamente influenciados por el contexto donde ocurren, incluyendo las herramientas, el lenguaje, las prácticas culturales y las relaciones sociales.
La cognición situada desafía la visión tradicional que entiende la inteligencia como un proceso mental aislado y propone que el conocimiento es un fenómeno distribuido y contextual. Esto implica que las comunidades colaborativas y los entornos de aprendizaje se convierten en espacios vivos donde se construye el saber, no solo a través del intercambio de información, sino mediante la participación activa en actividades auténticas y significativas.
Ejemplo en la práctica: Un caso claro de cognición situada se observa en las comunidades de práctica profesionales, por ejemplo, un grupo de docentes que colaboran en el diseño de estrategias pedagógicas innovadoras a partir de sus experiencias cotidianas en el aula. Este grupo no solo comparte información, sino que reflexiona colectivamente sobre sus prácticas, adaptándolas al contexto específico de sus estudiantes y recursos disponibles. Las ideas y soluciones emergen “en el lugar” y son inseparables del entorno donde se aplican.
Este enfoque se evidencia también en ambientes virtuales de aprendizaje como los MOOC, donde los foros de discusión y los proyectos colaborativos permiten que los estudiantes no solo absorban contenido, sino que interactúen y construyan conocimiento en contextos sociales diversos, empleando recursos digitales y apoyándose en la diversidad cultural y cognitiva de los participantes.
La cognición situada está vinculada a autores como Lave y Wenger, quienes definieron las comunidades de práctica como entornos donde el aprendizaje es un proceso social y contextualizado. Además, en el campo de la inteligencia colaborativa, esta perspectiva resalta la importancia de diseñar entornos y herramientas que faciliten la interacción contextualizada, la participación activa y la construcción conjunta del conocimiento.
Para profundizar, recomiendo revisar:
Lave, J., & Wenger, E. (1991). Situated Learning: Legitimate Peripheral Participation. Cambridge University Press.
Brown, J.S., Collins, A., & Duguid, P. (1989). Situated cognition and the culture of learning. Educational Researcher, 18(1), 32–42.
Artículo sobre cognición situada en Edutopia
Para ilustrar este concepto, adjunto un esquema visual que muestra la interacción entre individuo, comunidad y entorno en la cognición situada.
Sugiero que en este espacio también definamos y discutamos el concepto de “inteligencia emergente”, que alude a cómo sistemas complejos, a través de la interacción de partes simples, generan comportamientos y conocimientos novedosos que no son previsibles desde los elementos individuales. Este concepto tiene mucho potencial para entender fenómenos colaborativos en redes digitales.