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El Aprendizaje Activo: Una Estrategia para la Construcción Significativa del Conocimiento
El aprendizaje activo es un enfoque pedagógico centrado en el estudiante, que lo involucra directamente en el proceso de construcción del conocimiento a través de actividades significativas, colaborativas, reflexivas y prácticas. A diferencia del aprendizaje pasivo —en el que el alumno es un receptor de información—, el aprendizaje activo requiere que el estudiante participe activamente en su propio proceso de aprendizaje, mediante el análisis, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la discusión y la experimentación.
Este enfoque se basa en los principios del constructivismo y del aprendizaje significativo (Ausubel, Piaget, Vygotsky), promoviendo que el estudiante construya nuevos saberes a partir de sus experiencias previas y en interacción con su entorno. El aprendizaje activo se vincula estrechamente con la adquisición de competencias para el siglo XXI, como el pensamiento crítico, la colaboración, la creatividad y la autonomía.
Ejemplo práctico: Aprendizaje basado en proyectos (ABP)
Uno de los métodos más representativos del aprendizaje activo es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). En esta metodología, los estudiantes trabajan en equipos para resolver un problema real o desarrollar un proyecto significativo que responda a una pregunta guía. Por ejemplo, una clase de Ciencias Naturales puede desarrollar un proyecto sobre el reciclaje en la comunidad: los estudiantes investigan, recogen datos, diseñan campañas y presentan propuestas sostenibles. Durante el proceso, aprenden contenidos curriculares, desarrollan habilidades sociales y aplican conocimientos a contextos reales.
Recursos recomendados:
Prince, M. (2004). Does Active Learning Work? A Review of the Research. Journal of Engineering Education, 93(3), 223–231.
Fundación Telefónica. (2017). Metodologías activas para la transformación educativa.
https://educacion.fundaciontelefonica.com
El aprendizaje activo, y especialmente el ABP, promueven la motivación intrínseca, el aprendizaje profundo y la conexión entre teoría y práctica, convirtiendo al estudiante en protagonista de su propio desarrollo académico y personal.
Este enfoque se conecta directamente con cómo los niños aprenden naturalmente. Piensen en un niño que está armando torres con bloques: está experimentando, probando equilibrios y descubriendo cómo funcionan las cosas. Es como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), pero a escala preescolar. Por ejemplo, si nuestra clase decide resolver el misterio de las plantas,@Jorge Velasco,