La retroalimentación recursiva es un proceso continuo de retroalimentación pedagógica que permite al estudiante reflexionar, corregir, ajustar y mejorar su aprendizaje de manera progresiva. A diferencia de la retroalimentación puntual que se da al final de una actividad o evaluación, la retroalimentación recursiva forma parte de un ciclo constante de mejora, donde el error se valora como una oportunidad para crecer, y no como un indicador final de rendimiento.

Uno de los conceptos clave que sostiene esta práctica es la evaluación formativa, la cual se centra en proporcionar información útil tanto para el docente como para el estudiante a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta información permite ajustar las estrategias didácticas, ofrecer apoyos diferenciados, y motivar al estudiante a asumir un rol activo y autorregulado en su aprendizaje. La retroalimentación recursiva se vuelve entonces una herramienta esencial dentro de la evaluación formativa, permitiendo establecer un diálogo constante y significativo entre quien enseña y quien aprende.

Ejemplo práctico: Evaluación formativa con rúbricas y revisión por pares

En una clase de escritura argumentativa, el docente proporciona una rúbrica detallada con criterios de evaluación antes de que los estudiantes comiencen sus ensayos. A lo largo del proceso, los alumnos reciben retroalimentación del docente y de sus compañeros (revisión por pares), y tienen varias oportunidades de reescribir sus textos basándose en los comentarios recibidos. Este enfoque fomenta la autorreflexión, la autonomía y el mejoramiento progresivo, logrando no solo una mejor producción final, sino un aprendizaje más profundo de los objetivos curriculares.

Recursos recomendados:

Black, P., & Wiliam, D. (1998). Assessment and Classroom Learning. Assessment in Education, 5(1), 7–74.

Sadler, D. R. (1989). Formative assessment and the design of instructional systems. Instructional Science, 18, 119–144.

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