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Cognición situada: inteligencia colaborativa anclada en el contexto
La cognición situada es un enfoque teórico y práctico dentro del paradigma de la inteligencia colaborativa, que sostiene que el conocimiento no se genera de forma aislada en la mente de los individuos, sino que está profundamente influenciado —y condicionado— por el contexto social, cultural y físico en el que ocurre. En lugar de considerar el aprendizaje como una simple transferencia de información, la cognición situada lo entiende como una actividad social que se desarrolla en comunidades, con herramientas específicas, en momentos y espacios concretos.
Este concepto, aunque menos citado que “comunidades de práctica” o “crowdsourcing”, ofrece una mirada integral sobre cómo el conocimiento se construye a través de la interacción colaborativa en contextos significativos, y cómo esas experiencias moldean no solo lo que se aprende, sino cómo se aprende.
Ejemplo práctico:
Un excelente ejemplo de cognición situada es el uso de proyectos interdisciplinarios con impacto social en entornos educativos. En una comunidad rural, por ejemplo, estudiantes pueden diseñar un sistema de riego inteligente empleando sensores y tecnologías sostenibles. Durante el proceso, colaboran con agricultores, expertos en tecnología, profesores y miembros de la comunidad. El aprendizaje ocurre no en un aula tradicional, sino en el entorno real, con retos auténticos, y a través del intercambio activo entre distintos saberes.
Referencias y recursos:
Brown, J. S., Collins, A., & Duguid, P. (1989). "Situated cognition and the culture of learning." Educational Researcher.
Lave, J., & Wenger, E. (1991). Situated Learning: Legitimate Peripheral Participation.
Artículo académico: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877042812006269
Video de introducción a la cognición situada: https://www.youtube.com/watch?v=7bs0V1AIvsM
Imágenes sugeridas:
Infografía sobre los principios de la cognición situada.
Fotos de proyectos escolares con interacción comunitaria.
Diagramas que muestran el entorno como parte del proceso cognitivo.
En resumen, la cognición situada es una expresión profunda de inteligencia colaborativa que revaloriza el rol del contexto y de la comunidad como parte inseparable del aprendizaje. Nos invita a pensar no solo en con quién aprendemos, sino también dónde y para qué aprendemos.
La cognición situada es un enfoque que destaca la importancia del contexto social, cultural y físico en el proceso de aprendizaje, proponiendo que el conocimiento se construye en interacción con el entorno y las personas. Este enfoque resalta que el aprendizaje no es un acto aislado, sino una actividad social que ocurre dentro de comunidades, donde las herramientas, los momentos y los espacios juegan un papel crucial en la construcción del conocimiento.
A diferencia de enfoques más tradicionales, que ven el aprendizaje como la transferencia de información de un individuo a otro, la cognición situada se enfoca en cómo las experiencias compartidas y las interacciones colaborativas en contextos reales enriquecen y transforman el aprendizaje.
Un ejemplo práctico de cognición situada sería un proyecto interdisciplinario en una comunidad rural, donde los estudiantes diseñan un sistema de riego inteligente utilizando tecnologías sostenibles. Este aprendizaje ocurre fuera del aula, en el contexto real de los agricultores, colaborando activamente con expertos, profesores y miembros de la comunidad. Así, el conocimiento se construye a través de la interacción y el trabajo colaborativo, con la resolución de problemas auténticos que tienen un impacto directo en el entorno.