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Cognición Situada: Una Nueva Perspectiva en la Inteligencia Colaborativa

La cognición situada es un concepto que se refiere a cómo el aprendizaje y la comprensión se desarrollan en contextos específicos. A diferencia de las teorías tradicionales de conocimiento que enfatizan la adquisición de información de manera aislada, la cognición situada pone de relieve la importancia del entorno, las herramientas disponibles, y las interacciones sociales en la formación del conocimiento. Este enfoque permite a los individuos adquirir habilidades y conceptos a través de experiencias prácticas y colaborativas, que son esenciales para el aprendizaje efectivo.

Un claro ejemplo de cognición situada se puede observar en plataformas de aprendizaje colaborativo como Coursera y edX, donde los estudiantes trabajan en grupos para resolver problemas reales. En estos entornos, los estudiantes no solo están expuestos a contenido académico, sino que también colaboran con compañeros de diversas disciplinas y antecedentes, permitiéndoles intercambiar perspectivas únicas y construir un entendimiento más profundo. Por ejemplo, en un curso sobre sostenibilidad ambiental, los estudiantes podrían realizar un proyecto conjunto para diseñar un plan de acción local, aplicando conocimientos teóricos en un contexto práctico.

Además, la cognición situada fomenta el aprendizaje entre iguales y puede ser potenciada a través de herramientas digitales como foros de discusión, wikis y blogs, donde los estudiantes pueden contribuir activamente al conocimiento colectivo. Esto transforma el aula en un ecosistema dinámico de aprendizaje, donde el conocimiento se crea y se comparte, en lugar de ser simplemente transmitido de un instructor a los alumnos.

Para ilustrar este concepto, a continuación se ofrecen algunos enlaces y recursos sobre cognición situada y su aplicación en entornos de inteligencia colaborativa:

Cognición Situada en el Aprendizaje
Inteligencia Colaborativa: Un Enfoque Práctico

Adicionalmente, en este contexto, es fundamental reflexionar sobre cómo las comunidades de práctica pueden beneficiarse al integrar la cognición situada en sus interacciones, aportando un enfoque más holístico al aprendizaje colaborativo.