Definición del concepto
La evaluación formativa es un proceso continuo que permite recopilar información sobre el aprendizaje del estudiante durante el desarrollo de las actividades para ajustar la enseñanza y mejorar los resultados. Su esencia está en la retroalimentación recursiva, donde el estudiante no solo recibe información sobre su desempeño, sino que utiliza esa retroalimentación para mejorar de manera iterativa, fomentando un aprendizaje activo y autorregulado.

Ejemplo en la práctica
En un curso virtual de Medicina Transfusional, se presenta un cuestionario diagnóstico inicial (prueba adaptativa) para conocer el nivel de comprensión de los estudiantes sobre indicaciones de plasmaféresis. Después, el sistema genera retroalimentación inmediata con explicaciones y recursos complementarios (lecturas, videos).
Posteriormente, se realiza un foro de análisis de casos clínicos, en el que los estudiantes aplican lo aprendido y reciben comentarios del profesor y de sus pares. Esta dinámica permite ciclos recursivos de aprendizaje, donde cada error se convierte en una oportunidad de mejora antes de la evaluación sumativa.

¿Por qué es clave en la retroalimentación recursiva?

Mejora continua: Ayuda al estudiante a monitorear su progreso y corregir errores antes de la evaluación final.

Personalización: Permite adaptar la enseñanza a las necesidades individuales.

Motivación y autorregulación: El alumno entiende qué se espera de él y cómo lograrlo.

Herramientas para potenciarla

Cuestionarios en línea (con retroalimentación automática y explicativa).

Analítica del aprendizaje para identificar patrones y áreas críticas.

Rúbricas digitales en tareas prácticas que muestren criterios claros.

Imagen sugerida

(Fuente: eLearning Industry)

Referencias

Black, P., & Wiliam, D. (2009). Developing the theory of formative assessment.

Nicol, D. J., & Macfarlane-Dick, D. (2006). Formative assessment and self-regulated learning.