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Retroalimentación Orientada a la Acción: del diagnóstico a la mejora activa

Retroalimentación Orientada a la Acción: del diagnóstico a la mejora activa

La Retroalimentación Orientada a la Acción (ROA) es un tipo de retroalimentación que no solo informa al estudiante sobre su desempeño (lo que hizo bien o mal), sino que le proporciona sugerencias claras, específicas y procesables sobre cómo mejorar. Va más allá de señalar errores o deficiencias; su objetivo principal es guiar al estudiante hacia la corrección y el progreso, convirtiendo la retroalimentación en un motor para el aprendizaje recursivo y la auto-regulación.

En esencia, la ROA responde a la pregunta: "Ahora que sé esto, ¿qué debo hacer diferente o qué puedo hacer para mejorar?" Se diferencia de la retroalimentación meramente descriptiva o evaluativa al incluir un componente prescriptivo.

Ejemplo en la práctica: herramientas de escritura asistida por IA

Un excelente ejemplo de la Retroalimentación Orientada a la Acción en la práctica lo encontramos en algunas herramientas de escritura asistida por inteligencia artificial, como ciertas funcionalidades de Grammarly Premium o las sugerencias de escritura que ofrecen algunos entornos de aprendizaje virtual (LMS) integrados con herramientas de IA.

Imaginemos a un estudiante que está redactando un ensayo. En lugar de solo marcar errores de ortografía o gramática (lo cual sería retroalimentación descriptiva), una herramienta con ROA podría:

Identificar oraciones con una estructura compleja y confusa y sugerir: "Esta oración es demasiado larga. Intenta dividirla en dos oraciones más cortas para mejorar la claridad." (Aquí, la acción es "dividir la oración").

Detectar el uso repetitivo de ciertas palabras y ofrecer: "Has usado 'sin embargo' cuatro veces en este párrafo. Considera usar sinónimos como 'no obstante' o 'a pesar de ello' para variar tu estilo." (La acción es "usar sinónimos").

Señalar la falta de evidencia en un argumento y recomendar: "Este punto podría fortalecerse con un ejemplo o una cita de la fuente X. Considera añadir uno aquí." (La acción es "añadir un ejemplo/cita").

Evaluar la cohesión entre párrafos y proponer: "La transición entre este párrafo y el siguiente no es clara. Podrías usar una frase de enlace como 'Además de...' para mejorar la fluidez." (La acción es "añadir una frase de enlace").

En cada caso, la retroalimentación no solo identifica un área de mejora, sino que propone una acción concreta que el estudiante puede tomar inmediatamente para aplicar el conocimiento y refinar su trabajo. Esto convierte el proceso de escritura en un ciclo recursivo de mejora continua, donde cada sugerencia se convierte en una oportunidad de aprendizaje activo.

Referencias:

Hattie, J., & Timperley, H. (2007). The Power of Feedback. Review of Educational Research, 77(1), 81–112. (Este es un artículo fundamental sobre el feedback en general, donde se sientan las bases para entender el tipo de feedback efectivo).

Para explorar herramientas que ofrecen este tipo de retroalimentación, puedes investigar plataformas como Grammarly o revisar las funcionalidades de escritura asistida en sistemas como Microsoft Word o Google Docs, que cada vez incorporan más IA.

La Retroalimentación Orientada a la Acción es vital para cerrar la brecha entre "saber qué mejorar" y "saber cómo mejorar", impulsando así un aprendizaje más autónomo y efectivo.

  • Anabel Portero